¿Adónde te me fuiste? Musa.
No tienes idea del tiempo que llevo caminando por esta vereda,
acusando una enfermedad que no puede salvarla ninguna deidad,
he necesitado tanto de tus fuerzas, así como el río hace el esfuerzo de vivir
sin la lluvia, me he obligado a dormir, atentando contra mi voluntad,
esperando por ti, simplemente esperando. Se que te preguntas el por qué
no te he buscado, Son tantas las incógnitas en este mundo, así que no
creo en razones por las cuales tenga que explorar tu paradero.
Llegas así de la nada, de nuevo apareces en la oscuridad, con ese vagón
de sueños, ideas, personas, y lugares...
Mis ojos ya no son lo mismo, pero mis manos estan tan ansiosas por tu
llegada, que el escrito ya estaba por la mitad y más. Ese silencio que
tanto atormenta, de nuevo se está volviendo calma, silencio en el
que escucho todas las palabras que me das, mientras mi cerebro las
ordena, y mi alma se encarga de plasmar sobre el papel.
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