lunes, 13 de febrero de 2012

Mi reliquia, ese pedazo de Luna que se te cayó de los ojos.

Prestame un poco de tu sonrisa,
para así sonreirle a tus cabellos,
tan sueltos, hasta del viento
me pongo celoso por como los acaricia.
¿Es esto justo?
Apenas volteo y ya me atrapas,
me quedo mudo,
solo escucho el sonido de tus sonrisas,
son música para mis sentidos.
Como loco he tratado de encontrar entre mis versos,
entre palabras sueltas en el aire,
alguna que describa tus miradas,
pero siempre se me queda tatuado el pedazo de luna que traes en los
ojos, y me resulta difícil razonar.
Con seguridad te prometo que café y libros no nos van a faltar,
y cargo la sospecha de que un día seremos para siempre,
así como cuando mi mundo era de blanco y negro,
pero tus ojos lo mancharon de colores.
Me disculpo porque se me hizo difícil volar después de que me
ensañaste, es que a la final preferí tu jaula.

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