Hola, te escribo para decirte que no todo está bien, y si estás leyendo mi carta es porque no sobreviví, perdí rumbo y brújula, al tratar de buscarme en tí, tu corazón no era del todo cierto, hasta abrí los ojos y me perdí, me sentí como basura, ruinas en el camino a la posible felicidad, trazo oscuro al mirar la luz que no fue, no será y nunca estuvo, como pez seducido por un anzuelo caí en el engaño, y el mundo me atrapó, me comió e hizo añicos, 1, 2, 3, 4, 5... ¿En qué segundo te encuentras? Estoy muriendo y tu ahí sin poder hacer nada, extrañando los lugares a los que nunca fuimos, pequeño gran consuelo que me amarra, no me sueltes, y aunque pensé en dejarte ir, jamás lo sugerí como primera opción, miro hacia atras y facilmente puedo notar que el pasado no dejó de mirarme, pensé en cada detalle, no dejé escapar nada, mis movidas fueron astutas, así como observé tu sombra, absorbí cada beso tuyo que me fueron matando como hiedra venenosa.
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